Roma, 14 feb (PL) El papa Benedicto XVI llamó hoy a renovar la Iglesia Católica durante un encuentro con párrocos y seminaristas romanos, en una cita que aunque ya estaba prevista se convirtió en una despedida ante su próxima renuncia.
Debemos trabajar para que se realice verdaderamente el Concilio Vaticano II y se renueve la Iglesia, expresó a los obispos auxiliares de la diócesis de Roma y a centenares de sacerdotes.
En el Aula Pablo VI del Vaticano, el Sumo Pontífice habló ante el clero de su pasado como teólogo y contó anécdotas relacionadas con el Concilio Vaticano II de la década de 1960, un evento considerado clave para la modernización de la Iglesia del siglo XX.
De acuerdo con el Obispo de Roma, las reformas aprobadas entonces, su apertura al diálogo con el mundo, no se han realizado.
La Iglesia no es una organización jurídica ni institucional, sino una organización vital que está en el alma, somos la Iglesia, somos todos un cuerpo vivo, todos juntos, los creyentes, apuntó.
Para Benedicto XVI, la visión tan política que dan en la actualidad de la Iglesia los medios de comunicación ha creado muchos problemas y ha sido una calamidad.
Aunque me retiro estaré siempre cerca a todos ustedes y ustedes estarán conmigo, aún si desaparezco del mundo, dijo el papa, que el pasado lunes sorprendió a nivel internacional con el anuncio de su renuncia para el próximo 28 de febrero, un acontecimiento que no ocurría desde 1415.
Benedicto XVI participó en las labores de preparación del Concilio Vaticano II de 1962 a 1965, junto al cardenal alemán Joseph Frings, entre los purpurados más progresistas y que pedía profundos cambios dentro de la Iglesia.
Los seminarios y conventos están cerrados, la liturgia banalizada, denunció el pontífice saliente ante los religiosos tras reconocer que los textos del Concilio fueron mal interpretados y deformados.
En nombre de los sacerdotes de Roma le aseguramos que lo queremos y que nos comprometemos a orar por él, expresó por su parte el cardenal italiano Agostino Vallini.
La víspera, Benedicto XVI instó a superar hipocresías, rivalidades y divisiones en el seno de la Iglesia, y manifestó que el rostro del catolicismo aparece en ocasiones desfigurado por los pecados contra su unidad y por las divisiones en el clero.
Hasta el final de su pontificado el papa cumplirá con las actividades previstas en su agenda, que incluyen encuentros con el primer ministro italiano, Mario Monti, y los presidentes de Italia, Georgio Napolitano, de Guatemala, Otto Pérez, y de Rumania, Traian Basescu.
jf/mar
PL-115
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