Viernes, 11 de octubre 2019.
Por Luis Herasme.
Leonel Fernandez ha de tener bien claro que perdió en las primarias abiertas del 6 de octubre frente a su contendor interno Gonzalo Castillo, quien emergió y se convirtió en fenómeno político en tan solo 66 días de precampaña.
Fernández, también ha de tener plena seguridad de que Castillo será el candidato presidencial del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), en los comicios de mayo del 2020 y que el resultado del conteo del voto físico del 100% de las mesas, lo cual ahora rechaza, confirmará a la perfección que el certamen fue ejemplarmente limpio.
Entonces, por qué si ha de saber que perdió y de que no hubo ningún fraude insiste en el pataleo y en sus llamados a protestas de sus seguidores frente a la sede de la Junta Central Electoral?.
Su actitud queda explicada en una estrategia cobarde que tiene por finalidad sentar la falsa impresión o percepción en la opinión pública de que en su condición de político experimentado, tres veces presidente de la República y con dos años en pre campaña, no podía perder frente a Gonzalo.
Sobre una percepción falsa, busca evitar la muerte política de su liderazgo en decadencia. Así intenta lograr que sus seguidores le preserven respaldo y estén dispuestos a seguirlo a donde quiera que vaya.
No obstante, su estrategia no tendría éxitos. Ha fallado y seguirá fallando, porque ni siquiera su mentira pudo armar con arte y porque además se está enfrentando a la fuerza imbatible que en el PLD representa el danilismo.
Ante la opinión pública, la imagen de Fernández va en desgaste acelerado, por su falta de grandeza de no reconocer la derrota y por el impacto en la opinión nacional de la derrota misma propinada por "un gallo acabado de sacar de traba", a quien erróneamente llegó a tildar de "cualquiera".
Lejos de la sensatez y madurez frente a los resultados, prefirió los ruidos y pataleos que hasta mal caen en muchos que votaron a su favor.
Ante su condición agónica por su primera derrota política en unas elecciones, los pasos de Fernández en las semanas siguientes serán difíciles de pronosticar con exactitud.
Puede que Leonel permanezca en su partido, confinado en el rincón del silencio y de la inercia, pero también podría embarcarse en una aventura, renunciando del PLD, para presentarse como posible candidato de partidos minoritarios.
En cualquiera de los escenarios, el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), podrá resultar vencedor en el 2020, con la candidatura de Gonzalo Castillo, un fenómeno político carismático con un potencial de seguir en crecimiento vertiginoso, con el apoyo de una maquinaria que reafirmó en las primarias su capacidad de vencer a la oposición.
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