Redacción: El Fututo/Luis Herasme

Florentino Arias, un obrero sacrificado que en vida no tuvo la oportunidad de aprender a leer y a escribir, tal como lo demuestra su cédula de identidad electoral, en la que firma con cinco cruces, murió a picazos la noche del viernes a manos de su hijo Héctor, quien este sábado fue apresado por la Policía.
Las circunstancias en que ocurrió el hecho no han sido indicadas, pero nada justificaría un crimen y menos cuando el criminal es el hijo que debió dar siempre gracias a los padres que les dieron la vida y les garantizaron tamaño y salud física.
Si alguna vez Antonio Noel temió morir asesinado, miró lejos de los suyos la "amenaza", porque los hijos están para velar por sus padres, darles apoyo y calor hasta el último suspiro del ciclo natural de sus vidas.
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