Por Luis Herasme
luisherasme2015@gmail.com
El canal, de unos 14 kilómetros de largo, incluyendo sus ramales, está dañado desde la denominada toma número 1 hasta sus terminales en las zonas agrícolas de Neiba.
En tiempos de sequías, la poca agua que cae al canal no llega a muchas parcelas, porque la gran parte se sumerge en los hoyos del cauce.
Aunque al menos algún remiendo pudiera significar algo de avance, la situación desastrosa que nos ocupa demanda de una reconstrucción completa, en torno a cuya necesidad no parece existir voluntad ni gestión.
El retrato del canal Panzo de Neiba, no deja duda alguna del fracaso de la incumbencia del INDRHI en esta zona del Suroeste dominicano.
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