NUEVA YORK.- Más de 200 personas llegaron desde la República Dominicana a los Estados Unidos, infectadas por un potente virus estomacal que es resistente a los antibióticos, dijo el Centro de Control y Prevención para las Enfermedades Contagiosas (CDC) con sede en Atlanta.
Los investigadores médicos, dicen que el virus conocido como “Shigella” (shih-GEHL-uh), se ha propagado en Estados Unidos y tiene una cepa muy resistente a los medicamentos antivirales, que se han aplicado a los afectados.
Los funcionarios de salud dijeron que la mayoría de los infectados, viajaron a la República Dominicana y regresaron con virus a los Estados Unidos.
“Esta es la primera vez que hemos documentado este gran brote resistente a los antibióticos, vinculado a viajes internacionales”, dijo el CDC a través de la doctora Anna Bowen.
La investigadora dijo que se trata de una “súper bacteria” importada y que está afectando a unos 243 pacientes, con grandes brotes recientes registrados en Nuevas York, Massachusetts, Pensilvania y California.
La bacteria es una causa común para provocar fuerte diarrea, añadió la doctora Bowen.
Se propaga fácilmente a través de los alimentos, piscinas y estanques contaminados. Los brotes también son comunes en los centros de cuidado diurno cuando los cuidadores, no se levan las manos suficientemente bien, después de cambiar los pañales a los niños.
Aunque es temporal, durando al menos una semana, la bacteria es muy desagradable para los afectados y se puede controlar con medicamentos genéricos de venta popular como el Pepto – Bismol o Imodium ID.
En cuanto a los niños, los pediatras usan antibióticos como azitromicina y ciprofloxacina, la última para adultos en su versión de “Cipro”.
En los últimos años, las autoridades de salud, han detectado errores en el análisis de la bacteria y la misma, se resiste al “Cipro”, enfermando a cientos en 32 estados de Estados Unidos y Puerto Rico.
“La bacteria se está moviendo por todo el país, pero es demasiado pronto para saber si se ha arraigado en los Estados Unidos”, dijo la doctora Bowen.
Por Miguel Cruz Tejada
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