Por Luis Herasme.
Esta chiva o cabra, descansa sobre el alba del anochecer, en la cima de un pequeño muro de contención en la Cuenca del Río Panzo, al Norte de Neiba.
Tal vez, puede ser, buscando algún rayo más de sol, tras cuatro días seguidos de lluvias causadas por el huracán Sandy.
Cualquiera que sea el enigma que la envuelve, no cabe duda que aquí está tranquila, sin sobresaltos, sin malicias, ni odios ni ambición.
En su cima, la chiva de La Cuenca del Panzo destella su paz y aunque a usted cueste creerlo, también enrostra a los humanos que ella y los demás animales son mucho más civilizados.
Blogger Comment
Facebook Comment