Por Luis Herasme
www.elfututo.net
Lunes, 1 de diciembre 2025.
HONDURAS. El llamado de Rixi Moncada, candidata del Partido Libertad y Refundación (LIBRE), a esperar el 100 % de las actas físicas antes de fijar posición del proceso de votación en Honduras, no es un simple gesto político, es una muestra clara de la madurez moral que debería tener el liderazgo de cualquier organización partidaria.
Según los resultados hasta ahora ofrecidos por el Consejo Nacional Electoral (CNE), con 55 % de las "actas procesadas", va en en primer lugar Nasry Asfura, candidato del Partido Nacional, con el 40%, seguido por Salvador Nasralla, del Partido Liberal, con el 39.78%, mientras Rixi Moncada, Partido LIBRE, aparece en un distante tercer lugar, con el 19.20%.
HONDURAS. El llamado de Rixi Moncada, candidata del Partido Libertad y Refundación (LIBRE), a esperar el 100 % de las actas físicas antes de fijar posición del proceso de votación en Honduras, no es un simple gesto político, es una muestra clara de la madurez moral que debería tener el liderazgo de cualquier organización partidaria.
Según los resultados hasta ahora ofrecidos por el Consejo Nacional Electoral (CNE), con 55 % de las "actas procesadas", va en en primer lugar Nasry Asfura, candidato del Partido Nacional, con el 40%, seguido por Salvador Nasralla, del Partido Liberal, con el 39.78%, mientras Rixi Moncada, Partido LIBRE, aparece en un distante tercer lugar, con el 19.20%.
En medio de fallas en la transmisión de datos, denuncias de irregularidades y desconfianza hacia el sistema de conteo preliminar del CNE, el llamado a esperar y basarse en las actas físicas es lo más correcto y transparente.
Las actas firmadas en cada mesa de votación son el verdadero respaldo de la voluntad del pueblo, no los datos incompletos o apresurados que puedan aparecer en una pantalla.
Esta postura de Moncada es muestra de que si las actas reales confirman una derrota, ella y su partido estarían en la disposición de reconocerla; pero si esas mismas actas demuestran inconsistencias y manipulación, también existiría la firmeza necesaria para denunciar un posible fraude. Es decir, respeto al voto, pero también defensa del voto.
En un contexto de tanta polarización, este comportamiento contrasta con las reacciones impulsivas que suelen aparecer en procesos electorales similares.
Esta postura de Moncada es muestra de que si las actas reales confirman una derrota, ella y su partido estarían en la disposición de reconocerla; pero si esas mismas actas demuestran inconsistencias y manipulación, también existiría la firmeza necesaria para denunciar un posible fraude. Es decir, respeto al voto, pero también defensa del voto.
En un contexto de tanta polarización, este comportamiento contrasta con las reacciones impulsivas que suelen aparecer en procesos electorales similares.
No hay llamados a la violencia ni a la desestabilización, sino a la verificación, al conteo justo y a la transparencia. Eso también es hacer política con responsabilidad.
Hoy más que nunca, Honduras necesita que se respete la voluntad popular sin trucos, sin atajos y sin manipulaciones técnicas. Exigir el 100 % de las actas, revisar mesa por mesa y garantizar que cada voto cuente, no es una amenaza a la democracia, es su mayor defensa.
La verdadera legitimidad no la dan los datos transmitidos a toda prisa, sino las actas físicas firmadas por ciudadanos que estuvieron en cada mesa de votación.
Hoy más que nunca, Honduras necesita que se respete la voluntad popular sin trucos, sin atajos y sin manipulaciones técnicas. Exigir el 100 % de las actas, revisar mesa por mesa y garantizar que cada voto cuente, no es una amenaza a la democracia, es su mayor defensa.
La verdadera legitimidad no la dan los datos transmitidos a toda prisa, sino las actas físicas firmadas por ciudadanos que estuvieron en cada mesa de votación.
Por eso, el llamado de Rixi y LIBRE, puede ser sintetizado como un acto de coherencia democrática, de honestidad, responsabilidad y de amor al pueblo de Honduras.
Blogger Comment
Facebook Comment