Hassan Ammar / AP
Por Luis Herasme.
Sábado, 14 abril 2018
Al menos 23 explosiones contra edificaciones de Siria han ocurrido este viernes 13 de abril. Baterías antiaéreas sirias respondieron y habrían neutralizado parte de los misiles lanzados.
Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia, realizaron los bombardeos, bajo el pretexto de un supuesto "ataque químico" en la ciudad de Duma, el 7 de abril, del que acusa a esa nación petrolera.
Al menos 23 explosiones contra edificaciones de Siria han ocurrido este viernes 13 de abril. Baterías antiaéreas sirias respondieron y habrían neutralizado parte de los misiles lanzados.
Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia, realizaron los bombardeos, bajo el pretexto de un supuesto "ataque químico" en la ciudad de Duma, el 7 de abril, del que acusa a esa nación petrolera.
Las tres potencias lanzaron el ataque sin que la ONU enviara una misión a investigar y sin que hubiera ninguna prueba de las circunstancias y los protagonistas de la supuesta fabricación y uso de armas químicas.
El cuadro parece estar claro. Lo de las armas químicas es un teatro para "justificar" las bombas, ante la derrota de los grupos de civiles armados, los cuales hace 7 años iniciaron la violencia con la intención de derrocar al gobierno del presidente Bashar Háfez al-Ásad, bajo la acusación de "dictador".
Esos grupos perdieron la guerra frente a la alianza militar conformada por Siria y Rusia.
El sueño de las potencias que hoy bombardean fue otro, lo cual explica que en lugar de ayudar a Damasco a eliminar el último bastión terrorista, coincidan en cambio en el propósito de hacer caer al gobierno.
Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña, históricamente aliados, han llevado este viernes al mundo a una real incertidumbre.
Si el ataque se prolongase durante días, Rusia podría intervenir con su poderío militar, lo cual llevaría a una regionalización o tal vez una mundialización de la guerra.
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