Es probable que el meteoro se combine con una tempestad de grandes proporciones procedente de áreas del Medio Oeste estadounidense y cree un sistema incluso de mayor intensidad que un huracán que afectó la zona de Nueva Inglaterra en 1938 y provocó más de 500 muertos, al golpear Connecticut y Rhode Island.
De acuerdo con el Centro Nacional de Huracanes de Miami, Florida, se prevé que Sandy toque tierra mañana con categoría uno, y las zonas más afectadas podrían ubicarse a partir de las Carolinas en el sur hasta el estado de Maine en el norte, con Nueva York y el área de Boston potencialmente en peligro.
Habrá vientos con fuerza destructiva, intensas lluvias, inundaciones costeras y erosión de las playas en las regiones del noreste del país entre el domingo y el martes de la semana próxima, según pronósticos oficiales.
Las corrientes de aire se extenderán tierra adentro y existen probabilidades de derribos masivos de árboles y líneas eléctricas, con la consiguiente ausencia de electricidad en algunas regiones durante varios días.
Esta situación también puede provocar temperaturas frías en la porción más occidental de la tormenta que facilitaría fuertes nevadas sobre todo en las montañas de Virginia Occidental y Pennsylvania, de acuerdo con especialistas.
En la ciudad de Nueva York se esperan vientos sostenidos de al menos 65 kilómetros por hora para el venidero 30 de octubre.
Medios de prensa señalan que el meteoro y las tormentas colaterales sin dudas afectarán la dinámica actual de la campaña presidencial, con vista a las elecciones del próximo 6 de noviembre, e incluso la votación anticipada que tiene lugar en más de 40 estados de la Unión, y que comienza hoy en Florida.
En agosto de 2011, el huracán Irene golpeó el litoral este norteamericano y dejó un saldo de 45 muertos y al menos 16 mil millones de dólares en daños.
El huracán Katrina afectó las costas estadounidenses del golfo de México en agosto de 2005, ocasionó más de mil 830 muertos y daños materiales superiores a los 81 mil millones de dólares, además, puso en evidencia las fallas en el sistema de protección contra desastres en la administración republicana de George W. Bush.
Sandy castigó el sureste de Cuba esta semana con vientos cercanos a los 170 kilómetros por hora que derribaron cientos de casas, árboles y postes del tendido eléctrico en la histórica ciudad de Santiago de Cuba y también en Guantánamo, con un saldo total de 11 personas fallecidas.
En Haití murieron nueve personas y otra en Jamaica cuando la tormenta golpeó ese país el miércoles.
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