Por Luis Herasme.
Las condiciones están dadas para un arreglo en el Partido de la Liberación Dominicana -PLD-, mediante el cual será reformada la Constitución de la República y proclamada posteriormente la candidatura presidencial del presidente Danilo Medina.
Leonel no tiene fuerzas para ofrecer batalla segura en unas presidenciales; eso él lo sabe. Aunque su ego lo haya traicionado, terminará obedeciendo la disciplina.
Su imagen se ha deteriorado a niveles dramáticos para una candidatura a la Presidencia, lo cual no quiere decir que no deje de seguir jugando un papel importante en los eventos futuros de la organización.
En el marco del esquema lógico de la política, el PLD seguirá tomando decisiones trascendentales con miras al certamen electoral, en cuya dirección estará el Comité Político, el Comité Central, Danilo, Leonel y los congresistas de esa entidad.
Luego de la decisión mayoritaria del Comité Político el 19 de abril, votando a favor de la reelección de Medina, hubo una crecida repentina de la marea de los contrarios internos, pero la realidad, la comprensión y el sentido de la conveniencia se impondrán.
El Presidente de la República, por su inusual popularidad sin precedentes en la historia política de los últimos 50 años, es la única opción del PLD para ganar seguro, sin sobresaltos y con amplio margen las presidenciales del 15 de mayo del 2016, sin necesidad de una segunda vuelta electoral en la que correría el riesgo de una derrota.
Las aguas retoman su nivel; habrá reforma constitucional y restablecimiento de la reelección por dos períodos seguidos. Por consiguiente, Danilo agotará un segundo mandato 2016-2020.
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