Por Luis Herasme.
Reflexiono. Reconozco errores y me esfuerzo de aprender de éstos, pero sobre todo me permito cobijarme de la gran fortaleza que me parece sustenta y define a grandes rasgos mi perfil, en medio de mis imperfecciones.
Creo en el sacrificio personal con dignidad; aborrezco la ambición; creo en la colectividad, odio el individualismo; creo en la capacidad, detecto la mediocridad; creo en la grandeza que da el optimismo, condeno el pesimismo; admiro a quienes durante su vida se han manejado con transparencia en el manejo de recursos ajenos, ellos son ejemplo a seguir.
Defiendo la humildad, la honestidad, el desprendimiento, la vocación de servicio, el pensamiento de cambio y de transformación.
Defiendo los sueños de un país justo, sin la corrupción que apesta, sin el dolo que acecha, sin los hipócritas que se disfrazan de santos.
Sueño con que los seres humanos entendamos definitivamente, en alguna etapa histórica de luz, que la vida puede ser justamente feliz si la asumimos con la naturaleza de ella misma, con naturalidad, claridad y sentido común.
Reflexionemos un poco más y aprendamos del sol, la luna, el aire, los ríos, el mar, la vegetación.
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