La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Hua Chunying, denunció que la medida norteamericana "viola gravemente las normas de las relaciones internacionales y daña los intereses de China" en los plano comercial y económico.
"China insta a Estados Unidos a corregir de inmediato su equivocada política y revocar las sanciones irracionales hacia las empresas y particulares, así como también a dejar de tomar acciones que perjudiquen los intereses de China y las relaciones entre China y EE.UU.", subrayó Chunying.
El pasado lunes, Washington impuso sanciones a un empresario y a cuatro empresas chinas, argumentando que “han vendido artículos a Irán prohibidos en la Ley de Control de Armas y la Ley de Administración de Exportaciones estadounidenses”.
De acuerdo al anuncio publicado en la página web del Registro Federal de Estados Unidos, las sanciones entraron en vigor el 5 de febrero, tienen una vigencia de dos años y, por ende, expirarán en febrero de 2015.
Una de las empresas, la Poly Technologies Inc, protestó enérgicamente la sanción y exigió su retirada inmediata, denunciando que “el hecho de que Estados Unidos tome esta medida, de acuerdo con sus propias leyes y regulaciones, es absolutamente infundado y poco razonable”.
Además de estas empresas, también fueron sancionadas otras ocho compañías de Irán, Venezuela, Siria, Sudán y Bielorrusia, además de un ciudadano iraní.
Según el Departamento de Estado, existe información "fiable" de que estas compañías “proporcionaron equipamiento o tecnología a alguno de estos países, que podría contribuir a que se hicieran con armamento no convencional o sistemas de misiles balísticos”.
Las sanciones prohíben al Gobierno estadounidense desarrollar contactos con esas empresas e individuos.
Los Estados Unidos, Israel y la Unión Europea han acusado reiteradamente a Irán de perseguir objetivos no civiles en su programa de energía nuclear, aunque nunca han presentado prueba alguna.
Durante el alegato falso, Washington y la Unión Europea han impuesto varias rondas de sanciones unilaterales ilegales contra la República Islámica y aquellos países que negoción con la nación persa.
Irán rechaza la acusación y sostiene que como signatario del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) y miembro de la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA), tiene derecho a desarrollar y adquirir tecnología nuclear con fines pacíficos.
"China insta a Estados Unidos a corregir de inmediato su equivocada política y revocar las sanciones irracionales hacia las empresas y particulares, así como también a dejar de tomar acciones que perjudiquen los intereses de China y las relaciones entre China y EE.UU.", subrayó Chunying.
El pasado lunes, Washington impuso sanciones a un empresario y a cuatro empresas chinas, argumentando que “han vendido artículos a Irán prohibidos en la Ley de Control de Armas y la Ley de Administración de Exportaciones estadounidenses”.
De acuerdo al anuncio publicado en la página web del Registro Federal de Estados Unidos, las sanciones entraron en vigor el 5 de febrero, tienen una vigencia de dos años y, por ende, expirarán en febrero de 2015.
Una de las empresas, la Poly Technologies Inc, protestó enérgicamente la sanción y exigió su retirada inmediata, denunciando que “el hecho de que Estados Unidos tome esta medida, de acuerdo con sus propias leyes y regulaciones, es absolutamente infundado y poco razonable”.
Además de estas empresas, también fueron sancionadas otras ocho compañías de Irán, Venezuela, Siria, Sudán y Bielorrusia, además de un ciudadano iraní.
Según el Departamento de Estado, existe información "fiable" de que estas compañías “proporcionaron equipamiento o tecnología a alguno de estos países, que podría contribuir a que se hicieran con armamento no convencional o sistemas de misiles balísticos”.
Las sanciones prohíben al Gobierno estadounidense desarrollar contactos con esas empresas e individuos.
Los Estados Unidos, Israel y la Unión Europea han acusado reiteradamente a Irán de perseguir objetivos no civiles en su programa de energía nuclear, aunque nunca han presentado prueba alguna.
Durante el alegato falso, Washington y la Unión Europea han impuesto varias rondas de sanciones unilaterales ilegales contra la República Islámica y aquellos países que negoción con la nación persa.
Irán rechaza la acusación y sostiene que como signatario del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) y miembro de la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA), tiene derecho a desarrollar y adquirir tecnología nuclear con fines pacíficos.
teleSUR-PressTV-EFE-IRIB-RT/MARL