Por Rafael Pineda.
Lo de la barrick gold es un tema goldo muy goldo. No es tan sencillo, como pretenden hacer creer muchos.
En los ámbitos legales referentes a los contratos de este tipo, hay cláusulas, condiciones y marcos jurídicos muy intrincados. Aspectos que tocan muy sensiblemente, el tema se la seguridad jurídica para la estabilidad de la inversión extranjera.
Los estados y gobiernos serios del mundo, tienen políticas claras y firmes en defensa de sus nacionales inversionistas en cualquier parte del mundo.
Existen también organismos internacionales, como la omc, que regulan los acuerdos comerciales entre los estados y entre las corporaciones y los estados. Nó, no es tan sencillo, una vez que se han suscrito acuerdos de este tipo, introducirles cambios en el marco jurídico. De hecho, intentos de este tipo pueden salir como dicen: más cara la sal que el chivo.
Claro que estoy de acuerdo en que el contrato es altamente lesivo a la soberanía y los intereses nacionales, pero la culpable de eso no es la barrick gold y sus inversionistas.
Ellos hicieron lo que haría cualquier negociador en contratos tan jugosos: sacar la mejor tajada, la mayor ventaja.
Los culpables son los dominicanos y dominicanas que tuvieron en sus manos las negociaciones de este contrato. Los y las que por omisión o por comisión”, pasaron por alto o aprobaron adrede, estas cláusulas traidoras al interés nacional.
Ahora que ha pasado el tiempo, ahora que la barrick ha hecho una enorme inversión en su gran proyecto, ahora que el oro ha alcanzado precios récord que nuestros negociadores no tuvieron la visión de prever, parecemos envidiosos, parecemos “niñitos y niñitas, llorando lo que no pudimos defender como hombres y como mujeres”.
Me temo que nos acercamos a un callejón oscuro. Estas compañías son muy poderosas, y como ya dije, existen marcos jurídicos internacionales no fáciles de romper o revertir, a menos que “un coronel se case con la gloria” y también ese camino ha probado ser muy costoso a la larga.
En este año del Bicentenario del natalicio de Juan Pablo Duarte, quienes negociaron el contrato con la
Barrick Gold, y quienes lo aprobaron en términos tan lesivos al interés nacional, deberían auto flagelarse públicamente, y la patria concederles el deshonor de: no ser hijos legitimos del padre de la patria!!!
Blogger Comment
Facebook Comment