“Se olvidan (los legisladores) que estas acciones lo que hacen es fomentar el clientelismo que se vuelve piedra en el camino impidiendo el libre tránsito hacia la dignidad humana”, expresa el editorialista.
Añade que cuando “aún queda el sabor amargo de las habichuelas con dulce de Semana Santa patrocinadas por los legisladores, nos sorprenden ahora con los regalos a las madres, gastando en esta acción 176 millones de pesos”.
Afirma que el mantenimiento de esa práctica clientelar debería dar vergüenza y hasta sentimiento de culpabilidad en los políticos criollos.
Sostiene que no se entiende que esta democracia que vivimos sólo sirve para expresarnos sin temor a represalias, y que quienes nos han gobernado no hayan sido capaces de sentar las bases de una justicia social que nos lleve a ocupar sitiales más honrosos en los indicadores de salud, vivienda, y educación.
Considera que los integrantes de la Cámara de Diputados están deteriorando su imagen, “que había mejorado en algunos aspectos”.
“Legislar, fiscalizar y representar a los dominicanos son las funciones esenciales de ese poder del Estado. Entonces, por qué han desnaturalizado esta hermosa misión que debe ser asumida con sentimientos patrióticos”, expresa.
“Albergamos la esperanza de que vuelvan a retomar el rol para el cual fueron electos, porque continuar haciendo de los fondos públicos una piñata duele, y más cuando hay tantos dominicanos que están viviendo en condiciones de extrema pobreza”, concluye.
Autor: LUIS BRITO
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